Descripción
Esta novela nos permite asistir a la controvertida reconstrucción de uno de los momentos más determinantes de la civilización occidental: el surgimiento de la Iglesia como institución de poder. Este proceso, emprendido en medio de la corrupción y el fanatismo del siglo V, durante los últimos destellos de una Antigüedad ya exhausta, acabó con la posibilidad de una religión diferente, tal y como parecía intuirse en el primer cristianismo. Hipa, un atribulado y vacilante monje-médico, realiza una marcha por el norte de África y Oriente Próximo que no solo será un viaje de autoconocimiento, sino que también le servirá para presenciar e implicarse en el fervor de la época más cruel. Las soflamas de Cirilo, el anatema de Nestorio, la tortura y muerte de Hipatia, la ignorancia como introducción a la violencia, la histeria de toda una sociedad. . . Todo ello conforma el paisaje de un tiempo tan perturbador como atractivo, y también todo ello queda recogido sin ambages en Azazel.